Fuiste la persona a la que
más he querido en toda mi vida, y todavía , cada noche sueño
contigo, con los recuerdos que tengo grabados a fuego, y cada vez que
amanezco, espero, tras varios meses, que todo hubiera sido una
pesadilla.
Tus ojos llorosos diciéndome
adiós son algo que nunca podré borrar. Tampoco el remordimiento de
no haber luchado por ti a tiempo.
Te quiero, y me temo que
esto será siempre así, puesto que al marcharte te llevaste gran
parte de mi alma. Todo me recuerda a ti, a tus besos, a todas y cada
unas de las noches que pasamos juntos, a las caricias y risas
compartidas.. en fin, ya te haces una idea.
No sé, tan siquiera, como
empezar a agradecerte todo lo que hiciste por mi, cada lágrima que
recogiste, cada bronca que aguantaste sin necesidad, .. no encuentro,
además, palabras suficientes para disculparme por ello.
Vivir con la carga mental de
haberte herido es algo que duele más con el paso de los días, no
soy capaz de afrontar la mala persona que fui al hacerle tanto daño
a una persona tan maravillosa.
Me disculpo sinceramente,
porque una estúpida como yo, que echó a perder tantas y tantas
oportunidades, no merece tu perdón ni esa segunda opción rogada
tantísimas veces. No sabía como decirte todo esto, así que te lo
digo ahora, a riesgo de parecer patética.
Mereces ser feliz, y espero,
que algún día encuentres a alguien que te quiera tanto como yo lo
hago, pero en cambio, que sea merecedora de tu cariño.
Lo siento por todo, espero
que nadie, nunca más te borre esa sonrisa de la cara.
No hay comentarios:
Publicar un comentario